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La polinización resulta un servicio ecosistémico esencial favorecido por los vectores de polinización.
La mayoría de las especies de plantas con flores dependen de un tercer agente biótico o abiótico para transferir el polen desde las anteras (parte masculina) de la flor hasta el estigma (parte femenina) de esa misma u otra flor.
En concreto, aproximadamente el 80% de estas plantas con flores son polinizadas por animales, siendo los insectos el grupo más numeroso, y dentro de estos destacan las abejas (silvestres y domésticas).
El gran número de estos vectores bióticos trabajando en la polinización se traduce en un servicio esencialtanto para los ecosistemas terrestres naturales, como para aquellos gestionados por el hombre, al ser vital para la producción de alimentos. Según la FAO, “como mínimo una tercera parte de los cultivos agrícolas del mundo dependen de ella”.
Por desgracia, el monocultivo y la productividad masiva de la agricultura actual, dejan la zona desprovista de refugios naturales y hábitats óptimos para estos polinizadores, viéndose a su vez afectados por los pesticidas y demás químicos empleados por el sector.
En consecuencia, en la década de los 90 comenzó a apreciarse un descenso drástico en las colonias de abejas, afectando de forma directa a la agricultura industrializada.
Existen numerosos estudios y proyectos de investigación para tratar de valorar las repercusiones de esta pérdida de polinizadores en el sector agrícola, económico y en el ecosistema terrestre.
Dada la importancia de la temática, Conama 2018 ha planteado esta sesión técnica para asentar las bases de cara a futuros Congresos.
Se dió a conocer la situación actual de los polinizadores, así como la experiencia de distintos proyectos científicos realizados hasta el momento.
Puedes disponer del resumen de la sesión elaborado por los voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) pinchando aquí.
Si quieres ampliar información:
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